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domingo, 29 de abril de 2012

El árbol y el duende

Hace mucho que no leo cuentos que se refieran a duendes.

Ayer, por cosas de coincidencia me llegó el dato de un cuento que se refiere a un duende. Una persona muy importante para mi, me sugirió que lo citara  en el blog, pero mejor lo publico "tal cual" para conservarlo aquí en la base de datos de éste blog. Y a partir de este, buscaré más cuentos referentes a duendes y los iré poniendo y/o citando en éste espacio (se reciben datos al respecto). Espero les agrade.

Este cuento lo encontré en el blog del Grupo Scout 11 y que marca como autora a Claudia Orozco, el título es El árbol y el duende y me pareció muy interesante la lectura. El cuento está incompleto, espero que pronto lo completen.

Quienes me conocen o me siguen en las redes sociales, se darán cuenta de lo "coincidente" de las palabras que se mencionan en éste cuento, mi vida y forma de pensar y los que me rodean.

Copio el texto.


El árbol y el duende

Autor: Claudia Orozco
Es todo muy extraño. Me han contado que existe un árbol con tallo blanco y ramas frondozas azules. Cuyas hojas cambian entre colores tenues y fuertes.
Este árbol atípico no da frutos, da bondades. Es sin embargo, sumamente difícil encontrarlo. Tengo entendido que solo un duende muy pequeño habla de ello y el personaje tiende a ser malhumorado por lo que nadie casi, se atreve a preguntarle. Esto sin mencionar que el duende es tan pequeño que para encontrarlo debes estar muy atento. En un parpadeo, ese duende diminuto y veloz, es capaz de recorrer grandes distancias…
Tengo planeado, esta noche, quedarme en vela, en busca de ese duendecillo. Sé bien lo mucho que vale la pena. Las bondades son escasas y si acaso yo algo consiguiera, sería, segura estoy, doblemente felíz. Y es que si la gente supiera lo felíz que es alguien bueno, ya estarían rastreando al duendecillo sin descanso.
Es mejor no hablar mas de esto por ahora, así me da mas tiempo de buscarles y en un golpe de suerte me topo con ellos.
Claro está decir que habrá que encontrar la manera de, una vez al encontrar al pequeñito ese, caerle bien. Me han dicho que ese duende seguido no responde, que es malcriado y que da unas cuantas pistas solamente. Está de mas decir que el elfo tiene una voz muy queda por lo que un absoluto silencio es importante para lograr entablar una conversación con él.
El duende que tanto esperaba ver…
Tras varias noches en las que he estado sumamente alerta ante cualquier mínimo ruido, escuché de pronto algunas vocecillas y dos o tres risillas. Al principio me molesté, he de confesar, pues tal parece que ese diminuto duende se estaba divirtiendo con mi frenética busqueda. Pero como ya me lo habían advertido, ese duende tiene fama de malhumorado y mas vale hacerle al simpático. Lo que no me había contado es que fuera tan burlesco. Una vez que lo ví, rompió en carcajadas apuntandome con su dedo índice que era tan pequeño, que parecía una aguja afilada.
Sonreí un poco, buscando agradarle a pesar de sus burlas.. que buen comienzo, me dijo, para buscar las bondades… una sonrisa siempre trae beneficios pero no es suficiente… y soltó una segunda carcajada larga, casi interminable que duró tanto tiempo que cuando volví a entrar en razón no vi mas al pequeñín… no supe en donde se metió…
El pergamino del duende
Me voy a olvidar de ese duende pues debe ser un pillo. Eso de que le de risa tan solo mi cara y mi frenética busqueda de ese árbol azul no puede ser bueno.
Estoy concluyendo que ese pequeñuelo burlesco debe ser una fantasía, tal como lo es la bondad auténtica y la felicidad misma… y me quedé dormida con estos últimos pensamientos… que bien dormía, descansaba tanto que seguro una sonrisa se asomaba de nuevo por mi rostro… pero de pronto, deben creerme pues no imagino cosas, un golpe en mi naríz me sacudió… y ahora que pasa, me dije, y al abrir por primera vez mis ojos, encontré al duendecillo ese sobre mi naríz, dándome con una pequeña rama en mi narizudo hueso… se veía, no van a creerlo, como si ese duendecillo se estuviera ensañando conmigo por mis malos pensamientos sobre el… tenía él la nariz arrugada como quien muestra su enojo… y en el último golpe que me dió este diminuto personaje me dejó un pequeño pergamino que tuve luego que descifrar con la ayuda de una lupa y que decía: “La sonrisa debe venir desde tu interior, hablo de esa alegría con la que solo tu corazón se identifica… vendrá de escucharte a ti mismo sin ningún rodeo y también vendrá sobre todo, de tomar aquellas difíciles decisiones que te llevan, tan solo, a hacer lo que tu quieres realmente…”
El duende se fué muy molesto conmigo, seguro no lo volveré a encontrar por haber desconfiado de él.
Vaya que tenía una letra fea y pequeña el pergamino… que trabajo me dió descifrarlo…
Y llegó un nuevo día, decía… entusiasmada por aquel encuentro y por aquellas frases del pergamino, estaba decidida a ir mas a fondo.
Al verme al espejo esa mañana noté en verdad mi nariz rojiza, seguro afectada por aquellos golpecillos del duende… de hecho, podía ver incluso un moretón en ella.
Cuando tenga un tiempo y se me pase este tremendo dolor de nariz, tendré que pensar hacia donde enfoco mi esfuerzo…
No se qué se ha creído ese engreído duende…
Que es lo que voy a encontrar?
Decidí ahora yo seguir con ese medio de comunicación que parecía estar llevando a algo mas y le dejé un papel con las letras mas pequeñas que haya escrito jamás para darle el gusto al duende y para que no le resultara complicado la lectura…
Qué es lo que puedo encontrar? le pregunté… a decir verdad no creo en historias fantasiosas, leyendas ni recetas mágicas.
Sin embargo, no lo interpretes mal, no es curiosidad lo que me lleva a esta búsqueda. Es, mas bien, como un anzuelo que veo mas adelante que me muestra un escenario muy felíz, completo y lleno de colores.
La alegría con la que mi corazón se identifica… bonita frase pensaba. Pero seguí escribiendo: Si lo que hay que hacer para encontrar bondades es ir hacia aquel árbol, lo mas sencillo es que me dibujes un mapa para que pueda llegar. Nada mas se específico y dime claramente cómo y qué es lo que voy a encontrar. Mi tiempo, compañero es de verdad escaso, no me lo tomes a mal, mi tono no es exigente, es sin embargo, de verdad apresurado. Espero me puedas dar una respuesta concreta, de ser posible hoy.
Que lenguaje de oficina me salió -pensaba- y como me tardo en hacer esta diminuta letra.
Voy muy retrasada pensé, y dejé aquel post-it sobre mi almohada.
Una pista azul…
Pasaron días y no volví a saber del personaje. No había mas señales. Al menos me había dejado de doler mi nariz. Que alivio.
Esa noche caí en verdad rendida por el sueño. Con ese cansancio que da al mismo tiempo una gran satisfacción de haber vivido el día a tope. Con un poco de paz que me hacía también, recobrar poco a poco la energía.
Sin mayor aviso una lluvia de luces de muchos colores calló sobre mi. Era como estar en una noche pleanamente oscura, llena de luces a decir verdad, destellantes y admirables. En medio de tanto contraste entre la oscuridad y la iluminación, pude enfocar al fondo, con muy pequñas letras lo siguiente:
“Cuál ha sido la mejor experiencia en tu vida?” seguían aquellas luces que cada vez cobraban mas fuerza y venían al mismo tiempo algunas imágenes… pasaban frente a mis ojos algunas experiencias en donde sin más, rostros se dibujaban… los rostros de aquellos con quienes por casualidad me crucé por la vida y con los que entablé lazos entrañables… o el rostro de algunos otros a quienes por azhar o por destino, quizá por accidente mismo sentían que algo bueno había hecho por ellos y podía leer de sus labios la palabra “gracias”… observé también los rostros de otros tantos que yo de verdad no conocía y que sin embargo me decían con gran seguridad que mi vida había rozado la suya para hacerles algún bien…” era una escena conmovedora, en la que tan solo un largo silencio se apoderó de mi mente y de mi corazón…”
Y el tiempo pasó… las luces que eran cada vez mas tenues se alejaban y llegué a un punto en el que de nuevo estaba en medio de un sueño reparador…
Desperté como si hubiera dormido lo mas profundamente posible. Y como siempre acelerada por ver el reloj de esa nueva mañana. Me asombró mucho ver esta gran mancha azul en mi rodilla aunque, con tanta prisa, tendré que revisarla después… que extraño me resulta este cambio…
Por cierto aquel post-it que había dejado al duende tiene borradas mis letras y en cambio aparecen unas muy pequeñas que dicen: “solo tu tienes el mapa y los pasos precisos a seguir para llegar al árbol de las bondades…” La pregunta no es qué es lo que vas a encontrar sino qué es lo que vas a buscar…”
CONTINUARA…


martes, 10 de abril de 2012

Compañeros de Camino

El contenido principal del presente post, no lo escribo yo, son las reflexiones intensas de una mujer enamorada que escribe lo que siente en esos momentos y que reflexiona acerca de su vida, su pasado y su presente, debo aclarar, también, que una parte de esta carta se refiere a mi, la última parte.

A continuación reproduzco un fragmento de la carta que una gran amiga mía me escribió estando ella, ahora, en un estado de éxtasis como todos deberíamos estar siempre, o por lo menos en varias etapas de nuestra vida, no importando la edad, sexo, preferencias, color, tamaño y vivencias. Omitiré su nombre.

Creo, fervientemente que si todos tuviéramos por lo menos un momento de los que ella vive ahora y lo atesoramos por siempre, la vida sería muy distinta a la que ahora nos toca vivir. La carta la divide en secciones en las que desgloza los conceptos que trata. Espero que a ustedes, como a mi, sirva para poner un granito de arena en la vida de cada uno de ustedes, como lo ha hecho ella ya conmigo.

Agradezco nuevamente, haber compartido conmigo y por extensión, con ustedes lectores (permiso expreso), sus pensamientos y sentimientos plasmados en letras. Gracias Amiga (Compañera de Camino).

Mi sugerencia personal es leer la carta mientras se escucha ésta hermosa melodía


A continuación la carta:
Rumpel:

Esto es solo una parte de lo mucho que hay en mí, me pediste un día que compartiera contigo esto y aquí está, me ha hecho bien externar y ordenar tantas ideas por medio de tinta y papel, es algo de lo mucho que tengo que agradecerte.

Te quiero mucho y no dejaré de decirlo mientras me sea posible, pues se que son palabras que se pueden decir mil veces y no se gastan, no dejan de tener sentido, pueden aburrirte y hasta hartarte, pero yo lo siento y me gusta expresarlo.

Con todo el corazón deseo poder continuar tomando tu mano de vez en cuando mientras recorremos nuestros caminos paralelos y tan cercanos.
APRENDIZAJES

Vivir una separación jamás fue sencillo: años de trabajo en conjunto, de sueños compartidos, una familia en común… pero las circunstancias, la incompatibilidad, la falta de ganas de luchar, permitir que una tercera persona se interponga, son factores que terminan por fracturar irremediablemente una relación.

Ambas partes viven un duelo, pasan por distintas etapas y en distinta forma, pero la parte que a mí me corresponde, la que a mí le tocó vivir está siendo superada, pues en mi camino y en mi vida tengo mucho que agradecer.

En el trayecto de esa etapa de separación, me atreví a compartir lo que vivía y sentía, y para sorpresa mía obtuve aprendizajes invaluables que vinieron de quienes menos lo esperaba.

En este tiempo he podido aprender:

  • Que el valor de cada persona es el que se da a sí misma, no el que espera que los demás le den. 
  • Que llega el momento en que deja de ser importante la edad en la que se cometen acciones que nos marcan, sino que importa enfrentar las consecuencias de dichas acciones con amor. 
  • Que el apoyo que se puede esperar de alguien tal vez jamás llegue, pues la falsa amistad es la que prospera en los buenos tiempos. 
  • Aprendí también que a veces se debe vivir como lo hacen los niños: disfrutando de lo bueno y dejando pasar lo malo. 
  • Aprendí que en la vida se puede viajar con dos tipos de equipaje: con una valija ligera que contenga los buenos recuerdos y las experiencias que nos hacen fuertes y se puede viajar con una valija pesada en la que se acumulen los malos recuerdos, los rencores y sentimientos que no hacen más que atarnos y nos impiden transitar por la vida. 
  • Aprendí que se debe valorar a la familia, a esas personas que brindan su mano no porque sea su obligación por lazos de sangre, sino que lo hacen sencillamente por amor. 
  • Entre muchos más aprendizajes atesoro uno en especial: aprendí a convivir conmigo misma, a enfrentar los miedos, a confrontar esos monstruos que nos acechan en la soledad, que a final de cuentas son solo nuestros propios pensamientos a los que no queremos escuchar, pero que de no hacerlo, continuarán atormentándonos y causándonos aflicción.

ENAMORAMIENTO

Proceso que involucra el dejar de resistirse a sentir, a vivir…

Por largo tiempo me sentí incapaz de ser atractiva para un hombre. Mi inseguridad era grande, no me atrevía a ser independiente, a sentirme linda, a sentirme viva, a sentirme mujer.

Lo que había pasado durante la mitad de mi vida me había hecho presa de mis propios miedos, y yo se lo había permitido. El rechazo de la pareja hiere profundamente una autoestima ya de por si baja, yo misma me reduje a una mujer “pequeña”, insignificante, no merecedora de un “te quiero” sincero, a una mirada y una caricia que no fuesen por compromiso. Las comparaciones con otras mujeres desgarran la delgada cuerda de la que
pende la seguridad de una mujer que desea la atención de su pareja.

Las cosas han cambiado para mi, las experiencias vividas, los consejos recibidos y seguir esos consejos, haber aprendido a mirarme al espejo sin mirar en mi reflejo mis debilidades, sino mis fortalezas, haber aprendido a verme a mí misma sin necesitar a mi lado a nadie más, hizo posible que un buen día, alguien se fijara en mi, en mi forma de ser, en la mujer que los
años y los sucesos formaron.

Hoy puedo decir que vivo una maravillosa etapa en la que estoy permitiéndome ser conquistada y conquistar por un hombre que atrapó mi atención, un hombre que me da la oportunidad de aprender juntos mil cosas nuevas para ambos, Hoy por hoy puedo decir que me siento enamorada, que me gusta ver en mi mirada un brillo distinto, especial, me es muy grato descubrirme a mi misma sonriendo al pensar en él cuando me encuentro a solas.

Aun hay miedos en mí, pero día con día trabajo por superarlos, y siento que con él a mi lado la vida es más bella. Estoy aprendiendo con él que los sentimientos pueden basarse en el conocimiento de la otra persona, que el amor no necesariamente “nace de la vista” que no se necesita un urgente contacto físico para ser vivido con intensidad. Con él aprendo que cada día se puede extrañar y que hacerlo lo trae a mí, y mantiene vivo lo que siento. Él me conquista, me busca, me interesa en sus cosas, me hace reír, me hace pensar, me da confianza en él y en mi misma, él me hace partícipe de su vida de una forma que jamás pensé que pudiera existir. Con él he confirmado lo que aprendí hace mucho tiempo “ver hacia adelante solo para
fijar la meta, ver hacia atrás para observar lo recorrido y evitar cometer los
mismos errores y vivir el trayecto, disfrutar los momentos, las circunstancias
y las personas que nos acompañan”.

Hoy a su lado me doy cuenta de lo importante que es no olvidar que a demás de ser madre, estudiante, trabajadora, emprendedora, puedo ser compañera, amiga, amante, consejera… puedo ser mujer en toda la extensión de la palabra y con todos los gozos y responsabilidades que ello implica.

Él y yo tenemos un sueño en común y nos estamos permitiendo disfrutarnos uno al otro en el trayecto mientras trabajamos por cumplir ese sueño, esa meta. No sé que pase mañana, pero si he de tenerlo a mi lado, trabajaré para mantener vivo el sentimiento. Sé que me equivocaré una y otra vez, pero ahora sé que cada error es una oportunidad de ser mejor.

Quiero y necesito continuar dándome esa oportunidad con él, disfruto cada palabra suya, cada risa, cada caricia que recibo al escucharlo decir lo que siente por mí. Él me enamora cada día, y yo lo permito, lo disfruto.

AMISTAD

En esta transición que vivo he encontrado a mi paso personas muy importantes, gente que desinteresadamente me ha tendido la mano, y que ha depositado en mí su confianza, que me ayudan a ser mejor, que no me dan la razón, en lo que hago y digo, sino que me cuestionan y me hacen reflexionar sobre ello. Personas maravillosas que con sus defectos y virtudes me apoyan, porque su visión tan distinta a la mía me alienta a comprender lo que en algún momento me pareció incomprensible.

Tan solo tres de estas personas son de mi mismo género, con ellas tengo cosas en común y me muestran como han solucionado problemas o situaciones parecidas a las que yo he vivido, me dan perspectivas distintas, me enseñan de sus propios errores. Estas tres hermosas mujeres me
apoyan, me comprenden, me escuchan y me han enseñado a volver a confiar en otra mujer, que no todas las amigas traicionan. Con enorme cariño las llevo en mi corazón.

Respecto a la amistad que llevo con estos hombres…. Ellos con sus formas de ser, tan distintas entre sí, me han abierto los ojos a la perspectiva masculina, conocerlos me ha hecho reflexionar sobre aciertos y errores cometidos, con ellos siento que puedo ser yo misma sin temor a que nada sea mal interpretado.

¿Atracción? ¿Tensión sexual? Eso siempre podrá existir, tenemos sangre en las venas, estamos vivos, eso es inevitable pues somos de sexos distintos, es nuestra naturaleza, pero eso no impide que el respeto, cariño y amistad prevalezcan y nos permitan continuar teniendo esa relación.

Hay un hombre en particular al que quiero muchísimo: tenemos mil coincidencias y similitudes, además de una sincronía que impresiona. He aprendido mucho de él en pocas pero muy largas conversaciones, en las que además de compartir los sentimientos que nos unen a nuestras respectivas parejas, compartimos recuerdos, experiencias, risas, reflexiones y aprendizajes.

Nuestra amistad es muy especial, llevo conmigo frases suyas, su sonrisa que me parece tan encantadora porque me es muy familiar, es similar a la mía, algunas veces llena de nostalgia, otras de alegría, otras tantas pícara y coqueta.

Con él comparto más de lo que hubiese pensado, disfruto de esas charlas en las que la madrugada nos sorprende sin darnos cuenta; su voz, su manera de hablar me atrapan, me envuelven, hace que sienta que el tiempo se detiene. Con él he aprendido que el tiempo es muy relativo, pues en unos meses hemos compartido gran parte de nuestro pasado, nuestro presente y espero compartir con él una parte de mi futuro, pues le tengo un enorme cariño, un cariño muy peculiar, muy distinto, especial.

Apenas ayer logre darle un nombre a esto que él y yo tenemos, creo que somos “compañeros de camino”, me parece que vamos por sendas paralelas y tan juntas que me permiten tomarlo de la mano, y recorrer la mía en su compañía.

Se lo he dicho varias veces: decir siempre estaré contigo implica un gran compromiso y ni siquiera sé si estaré aquí mañana, pero deseo decirle hoy estoy contigo para tomar tu mano cuando quieras mientras seguimos andando.
Fin de la carta.
Gracias.
Dos caminos paralelos rodeados de árboles
Caminos paralelos, Parque Cerro de la Reina, Tonalá, Jalisco, México

viernes, 6 de abril de 2012

La misma canción

Hace unos días, el sábado 31, me levanté temprano pues tenia una muy esperada reunión con unos amigos y quise levantarme temprano, entre otras cosas, para caminar por el bello centro de la Ciudad de Guadalajara.

Tuve algunas vivencias que ya contaré, algunas, en éste espacio. Una de ellas es la que narro a continuación.

Venía caminando por la calle Independencia. La calle casi sola a las 7:30 de la mañana, las sombras largas, el viento fresco, la acera limpia, el silencio de la ciudad que se levanta en sábado y de repente escucho una voz femenina detrás de mí como a 5 ó 6 metros gritando.

En sus gritos no se distinguía que es lo que decía. No quise voltear. Ya había tenido unas malas experiencias con mujeres trastornadas en la calle así que calculé la distancia según los gritos. Continué caminando. Pero a medida que avanzaba, los gritos se hacían más y más fuertes por ser tan cercanos. No volví la cabeza, seguí caminando.

Mis sentidos me indicaron que la mujer se había ya, cambiado de acera, por lo que ya decidí voltear y a la vez su cercanía me permitió escuchar con más claridad los gritos.

Cuál fue mi sorpresa que que ésta persona tenía puestos unos audífonos y un aparato reproductor de música y lo que yo interpreté como gritos era una canción desafinada y sin música que decía:

pero recuerda
nadie es perfecto
y tu lo veras mas de mil cosas mejores tendras
pero un cariño sincero jamas....

(letra de "Tu cárcel" que canta Marco Antonio Solis)

No pude disimular una gran sonrisa de alegría, no por haber visto desvanecida mi duda de qué se trataban tales sonidos a todo pulmón, sino de ver la alegría que llevaba esa mujer y que desbordaba por su garganta.

Tomé una foto de ella cuando ya me había rebasado y me quedé pensando mientras seguía mi camino:

"¿Qué alegrías y paz tiene esa persona para gritar a todo pulmón la canción que en ese momento, tal vez le traía recuerdos o le llenaba el alma? ¿Quien tuviera esa ... libertad interior que le permite expresarse tan alegremente su sentir? ¿Que sucedería si todos nos deshiciéramos de lo que tanto nos aqueja, esos grilletes, y nos sintiéramos tan libres y cantáramos una canción? ... o mejor aún ... la misma canción todos.

Desapareció, no sé donde.




domingo, 18 de marzo de 2012

Arnica para el corazon

Semilla de árnica

Hace unas semanas tuve que ir a arreglar unos papeles a oficinas de gobierno. Pfff, me trajeron de un lugar a otro:
— Le hace falta éste documento
— Pase a que le revisen los papeles
— Le faltó el dato del número de serie, vaya a que le extiendan una aclaración.
— Le dije dos copias no una
— Tráigamelo con 5 copias por favor.

En fin, me trajeron de oficina en oficina y cada una estaba a 1 hora de distancia, pero finalmente acabé el trámite.

A la salida de unas de las oficinas, había varios puestos en la calle, de tacos, de comida, de discos y uno en especial con un señor ya grande que vendía hierbas para ciertas dolencias. Me llamó la atención que vendía árnica tanto fresca como seca.

El árnica ha sido tan buscada últimamente que los lugares donde solía haber grandes extensiones de flores ya no las hay, pues los que cortan la flor no dejan algunas para que se reproduzcan en el mismo lugar, agotan la fuente de semilla. Es triste pero cierto. Es ese pensamiento de antaño en el que decían que el agua nunca se va a acabar, ni las plantas ni el aire.

Me interesó el árnica seca, pues tenía semilla todavía y me interesa sembrar en mi casa, para tener fresca y principalmente por el gusto de sembrarla, verla crecer y disfrutarla. Como no tenía cambio, me dio una bolita de biznaga, que se usa para, según dice, el cáncer.

En la conversación que siguió me dio una receta para curar las heridas del corazón, que al parecer, según los ingredientes, si funciona, o por lo menos parece aliviar.

Me acerqué al puesto y le pregunté al señor
— ¿cuanto cuesta el árnica seca?
quince pesos (dijo)
— me da uno, por favor
¡es buena para las heridas!
—¿y para las heridas del corazón también sirve? (dije)
sí claro, mire, para las heridas en la piel tiene que macerar un puñito así de árnica en un litro de alcohol de 96° o tequila del bueno y esperar unas 2 semanas. Ya con ese alcohol lo aplica en la herida o golpe en forma frecuente hasta que desaparezca la dolencia.
—¿y para las heridas del corazón cómo se hace?
Ah mire, es casi igual, toma estos tres dedos de árnica y los pone en un lítro alcohol o de preferencia de tequila puro, lo agita, y ese no es necesario dejarlo reposar, más bien se toma una copita cada que le duela, hasta que se le pase la dolencia.

Me pareció lógica la receta.
Ya sembré mis semillas y esperaré a que crezcan para tener el remedio para casos de emergencia o de golpes al miocardio.
Manojo de Árnica y biznaga

jueves, 1 de marzo de 2012

¿Me cambias un 21?

No, no se trata del juego de cartas (Black Jack) no.

Recuerdo en la secundaria (y quizás también en la primaria) que cuando nos subíamos al autobús para ir a algún lado de la ciudad, a cada uno le daban su boleto de pasaje, y había un "juego" que se "sabía" inherente y que decía que, quien la suma del folio de su boleto, sumara un total de 21 podía (tenía derecho) a cambiarlo por un beso con una de las compañeras del grupo (claro, si ella estaba dispuesta).

Por el contrario, si la suma de los dígitos era igual a 18 cualquier compañera tenía derecho de darte una cachetada (quisieras o no). Obviamente en más de una ocasión me tocó ver buenas cachetadas, besos creo que solo uno.

Dice el dicho que "afortunado en el juego ... desafortunado en el amor".

¿Entonces donde &%$#&dos queda esto? ¿En un juego o es amor? Digo ... a mí nunca me había tocado un 21 y ni siquiera un 18 (de menos!!) Tal vez no lo deseé demasiado.

Desde entonces, cuando me subo aun autobús sumo los dígitos con la esperanza de que algún día me caiga un 21 ... o de perdis un 18!!!

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hoy ... finalmente me salió un 21 ... ¿me lo cambias?


domingo, 26 de febrero de 2012

La alineación de planetas y la magia




Las alineaciones de planetas no son raras.
Suceden periódicamente y han sucedido por muchos millones de años.
La verdadera magia de las alineaciones es el contagio. El contagio que  ellas causan.


Miles de personas viendo el mismo objeto al mismo tiempo y muchas de ellas pensando en las otras personas ... o en una persona en particular ... eso es una alineación que debería suceder más seguido. Eso si es un evento de proporciones astronómicas.
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En las fotos la alineación de Júpiter (arriba), Venus (abajo) y la Luna el 25 de Febrero de 2012 desde el templo del Expiatorio en Guadalajara, Jalisco. 19:48:35 hrs.




sábado, 25 de febrero de 2012

Cerrando círculos


Este año 2012 ha sido el coincidente de muchos cambios.
(¿tendrían razón los mayas?)

En mi vida se presentaron muchos cambios tanto económicos, como al rededor de mí, que han hecho que mi propia persona cambie casi de manera radical.
Es increíble, como al suceder esto, los cambios positivos, se comienza una cadena donde más personas comparten tu forma de pensar y surgen otras tantas que comparten tus cambios y estaban escondidas en "quien sabe donde".

Y todo por los cambios que uno hace.
Hay cambios pequeños que traen consecuencias pequeñas y hay cambios grandes que traen consecuencias grandes ... pero lo que descubrí es que también hay cambios pequeños, que, sabiéndolos acomodar en forma estratégica traen consecuencias grandes y en ocasiones muy grandes.

A principios de año me hice varios propósitos, como siempre lo hago, y generalmente cumplo, pero ésta vez no fueron "tan materiales", esta vez fueron más "personales" y de actitud ante la vida y yo mismo. Los pongo acá:



También viene a colación del tema un pensamiento que mi amigo Kike puso en su muro en un momento estratégico, coincidente y acertado. Lo pego abajo y doy por inaugurada una nueva etapa en éste Blog.

Gracias a los lectores por su lectura y en ocasiones compartir éstas letras.


La importancia de hacer cosas diferentes
Generalmente nos movemos todos los días en nuestra “zona de seguridad” o “zona de comodidad”. Esta zona está compuesta por todo aquello que nos sentimos seguros y cómodos haciendo, diciendo, las personas con las que tratamos, etc. La ventaja de moverse en esta zona es, precisamente, que nos sentimos cómodos. Nos sentimos seguros. Las cosas resultan sencillas y fáciles. Nos exponemos muy poco.
La otra cara de la moneda está compuesta por las desventajas. Al hacer todos los días lo mismo, no corremos “riesgos”, hacemos lo habitual, hablamos con las mismas personas y nos movemos en los mismos ámbitos, así que aprendemos muy poco, tanto del mundo como de nuestras propias posibilidades. Cuando uno se expone a situaciones diferentes o insólitas, se ve obligado a reaccionar de otras maneras, lo que hace que descubra que es capaz de hacer y decir cosas que no había pensado antes que pudiera hacer.
El mundo en el que nos movemos es un sistema. Cualquier cosa que hagamos genera repercusiones en lo que nos rodea y trae ecos, ondas, resultados, de vuelta. Al hacer siempre cosas parecidas, estamos obteniendo de vuelta cosas parecidas, y estamos también perdiendo resultados potenciales más interesantes que los que conseguimos una y otra vez. Lo que es peor: a menudo queremos que las cosas cambien y nos frustramos porque no lo hacen, sin darnos cuenta de que no cambian porque seguimos haciendo lo mismo. Las cosas no cambian por sí solas. Tampoco el tiempo cambia las cosas; las cambiamos nosotros. El tiempo carece de todo poder salvo del de permitir que la experiencia de la vida se desarrolle. El poder recae sobre la persona, sobre el ser, y otorgárselo a “las cosas” o al tiempo hace que nos olvidemos de que la responsabilidad de crear nuestra propia vida es nuestra.
“Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”
—Albert Einstein