Éste mes de Noviembre del 2008 el poder legislativo de la República Mexicana aprobó la ley en que se contempla "no prolongar la agonía a un enfermo terminal".
La Jornada:
Aprueba el Senado que enfermos terminales suspendan tratamientos
"Los afectados deberán autorizar por escrito y podrán retractarse en cualquier momento"
Solo los familiares de enfermos terminales sabemos lo duro que es ver a tu familiar sufrir por la engañosa obligación de "hacer la lucha" hasta el último momento. El sufrimiento real es para el paciente terminal: sondas, lavados, canalizaciones, cirugías, postración, laceraciones por la cama, quimioterápia, radioterapia, translados, gastos, preocupaciones, en algunos casos humillaciones, discriminación, víctimas de falta de presupuesto de servicios públicos, y un largo etcétera.
Para los familiares les permite despedirse pensando solo en su dolor o pena que sufren y así no preocuparse por el sufrimiento que le harán pasar a su familiar por todo el Via Cucis que "moralmente" se ven obligados a pasar. Además la familia no qudará con deudas o descapitalizadas por los gastos que implican translados, medicinas, consultas, curaciones, cuidados, etc. Eso sin contar con lo fragil que queda la familia en algunos casos.
Como dije antes, el sentimiento es de alivio, pues creo que la medida, si es bien aplicada, aliviará los sufrimientos y penas de mucha gente en su fase terminal y sus familiares.
De inicio se me figura que el sector religioso no debiera desaprobar la medida, pues finalmente se haría "la volutad divina", por lo menos en ese sentido, y espero no equivocarme.
Ojalá que con ésta medida muchos enfermos teminales realmente descansen en paz.