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martes, 10 de abril de 2012

Compañeros de Camino

El contenido principal del presente post, no lo escribo yo, son las reflexiones intensas de una mujer enamorada que escribe lo que siente en esos momentos y que reflexiona acerca de su vida, su pasado y su presente, debo aclarar, también, que una parte de esta carta se refiere a mi, la última parte.

A continuación reproduzco un fragmento de la carta que una gran amiga mía me escribió estando ella, ahora, en un estado de éxtasis como todos deberíamos estar siempre, o por lo menos en varias etapas de nuestra vida, no importando la edad, sexo, preferencias, color, tamaño y vivencias. Omitiré su nombre.

Creo, fervientemente que si todos tuviéramos por lo menos un momento de los que ella vive ahora y lo atesoramos por siempre, la vida sería muy distinta a la que ahora nos toca vivir. La carta la divide en secciones en las que desgloza los conceptos que trata. Espero que a ustedes, como a mi, sirva para poner un granito de arena en la vida de cada uno de ustedes, como lo ha hecho ella ya conmigo.

Agradezco nuevamente, haber compartido conmigo y por extensión, con ustedes lectores (permiso expreso), sus pensamientos y sentimientos plasmados en letras. Gracias Amiga (Compañera de Camino).

Mi sugerencia personal es leer la carta mientras se escucha ésta hermosa melodía


A continuación la carta:
Rumpel:

Esto es solo una parte de lo mucho que hay en mí, me pediste un día que compartiera contigo esto y aquí está, me ha hecho bien externar y ordenar tantas ideas por medio de tinta y papel, es algo de lo mucho que tengo que agradecerte.

Te quiero mucho y no dejaré de decirlo mientras me sea posible, pues se que son palabras que se pueden decir mil veces y no se gastan, no dejan de tener sentido, pueden aburrirte y hasta hartarte, pero yo lo siento y me gusta expresarlo.

Con todo el corazón deseo poder continuar tomando tu mano de vez en cuando mientras recorremos nuestros caminos paralelos y tan cercanos.
APRENDIZAJES

Vivir una separación jamás fue sencillo: años de trabajo en conjunto, de sueños compartidos, una familia en común… pero las circunstancias, la incompatibilidad, la falta de ganas de luchar, permitir que una tercera persona se interponga, son factores que terminan por fracturar irremediablemente una relación.

Ambas partes viven un duelo, pasan por distintas etapas y en distinta forma, pero la parte que a mí me corresponde, la que a mí le tocó vivir está siendo superada, pues en mi camino y en mi vida tengo mucho que agradecer.

En el trayecto de esa etapa de separación, me atreví a compartir lo que vivía y sentía, y para sorpresa mía obtuve aprendizajes invaluables que vinieron de quienes menos lo esperaba.

En este tiempo he podido aprender:

  • Que el valor de cada persona es el que se da a sí misma, no el que espera que los demás le den. 
  • Que llega el momento en que deja de ser importante la edad en la que se cometen acciones que nos marcan, sino que importa enfrentar las consecuencias de dichas acciones con amor. 
  • Que el apoyo que se puede esperar de alguien tal vez jamás llegue, pues la falsa amistad es la que prospera en los buenos tiempos. 
  • Aprendí también que a veces se debe vivir como lo hacen los niños: disfrutando de lo bueno y dejando pasar lo malo. 
  • Aprendí que en la vida se puede viajar con dos tipos de equipaje: con una valija ligera que contenga los buenos recuerdos y las experiencias que nos hacen fuertes y se puede viajar con una valija pesada en la que se acumulen los malos recuerdos, los rencores y sentimientos que no hacen más que atarnos y nos impiden transitar por la vida. 
  • Aprendí que se debe valorar a la familia, a esas personas que brindan su mano no porque sea su obligación por lazos de sangre, sino que lo hacen sencillamente por amor. 
  • Entre muchos más aprendizajes atesoro uno en especial: aprendí a convivir conmigo misma, a enfrentar los miedos, a confrontar esos monstruos que nos acechan en la soledad, que a final de cuentas son solo nuestros propios pensamientos a los que no queremos escuchar, pero que de no hacerlo, continuarán atormentándonos y causándonos aflicción.

ENAMORAMIENTO

Proceso que involucra el dejar de resistirse a sentir, a vivir…

Por largo tiempo me sentí incapaz de ser atractiva para un hombre. Mi inseguridad era grande, no me atrevía a ser independiente, a sentirme linda, a sentirme viva, a sentirme mujer.

Lo que había pasado durante la mitad de mi vida me había hecho presa de mis propios miedos, y yo se lo había permitido. El rechazo de la pareja hiere profundamente una autoestima ya de por si baja, yo misma me reduje a una mujer “pequeña”, insignificante, no merecedora de un “te quiero” sincero, a una mirada y una caricia que no fuesen por compromiso. Las comparaciones con otras mujeres desgarran la delgada cuerda de la que
pende la seguridad de una mujer que desea la atención de su pareja.

Las cosas han cambiado para mi, las experiencias vividas, los consejos recibidos y seguir esos consejos, haber aprendido a mirarme al espejo sin mirar en mi reflejo mis debilidades, sino mis fortalezas, haber aprendido a verme a mí misma sin necesitar a mi lado a nadie más, hizo posible que un buen día, alguien se fijara en mi, en mi forma de ser, en la mujer que los
años y los sucesos formaron.

Hoy puedo decir que vivo una maravillosa etapa en la que estoy permitiéndome ser conquistada y conquistar por un hombre que atrapó mi atención, un hombre que me da la oportunidad de aprender juntos mil cosas nuevas para ambos, Hoy por hoy puedo decir que me siento enamorada, que me gusta ver en mi mirada un brillo distinto, especial, me es muy grato descubrirme a mi misma sonriendo al pensar en él cuando me encuentro a solas.

Aun hay miedos en mí, pero día con día trabajo por superarlos, y siento que con él a mi lado la vida es más bella. Estoy aprendiendo con él que los sentimientos pueden basarse en el conocimiento de la otra persona, que el amor no necesariamente “nace de la vista” que no se necesita un urgente contacto físico para ser vivido con intensidad. Con él aprendo que cada día se puede extrañar y que hacerlo lo trae a mí, y mantiene vivo lo que siento. Él me conquista, me busca, me interesa en sus cosas, me hace reír, me hace pensar, me da confianza en él y en mi misma, él me hace partícipe de su vida de una forma que jamás pensé que pudiera existir. Con él he confirmado lo que aprendí hace mucho tiempo “ver hacia adelante solo para
fijar la meta, ver hacia atrás para observar lo recorrido y evitar cometer los
mismos errores y vivir el trayecto, disfrutar los momentos, las circunstancias
y las personas que nos acompañan”.

Hoy a su lado me doy cuenta de lo importante que es no olvidar que a demás de ser madre, estudiante, trabajadora, emprendedora, puedo ser compañera, amiga, amante, consejera… puedo ser mujer en toda la extensión de la palabra y con todos los gozos y responsabilidades que ello implica.

Él y yo tenemos un sueño en común y nos estamos permitiendo disfrutarnos uno al otro en el trayecto mientras trabajamos por cumplir ese sueño, esa meta. No sé que pase mañana, pero si he de tenerlo a mi lado, trabajaré para mantener vivo el sentimiento. Sé que me equivocaré una y otra vez, pero ahora sé que cada error es una oportunidad de ser mejor.

Quiero y necesito continuar dándome esa oportunidad con él, disfruto cada palabra suya, cada risa, cada caricia que recibo al escucharlo decir lo que siente por mí. Él me enamora cada día, y yo lo permito, lo disfruto.

AMISTAD

En esta transición que vivo he encontrado a mi paso personas muy importantes, gente que desinteresadamente me ha tendido la mano, y que ha depositado en mí su confianza, que me ayudan a ser mejor, que no me dan la razón, en lo que hago y digo, sino que me cuestionan y me hacen reflexionar sobre ello. Personas maravillosas que con sus defectos y virtudes me apoyan, porque su visión tan distinta a la mía me alienta a comprender lo que en algún momento me pareció incomprensible.

Tan solo tres de estas personas son de mi mismo género, con ellas tengo cosas en común y me muestran como han solucionado problemas o situaciones parecidas a las que yo he vivido, me dan perspectivas distintas, me enseñan de sus propios errores. Estas tres hermosas mujeres me
apoyan, me comprenden, me escuchan y me han enseñado a volver a confiar en otra mujer, que no todas las amigas traicionan. Con enorme cariño las llevo en mi corazón.

Respecto a la amistad que llevo con estos hombres…. Ellos con sus formas de ser, tan distintas entre sí, me han abierto los ojos a la perspectiva masculina, conocerlos me ha hecho reflexionar sobre aciertos y errores cometidos, con ellos siento que puedo ser yo misma sin temor a que nada sea mal interpretado.

¿Atracción? ¿Tensión sexual? Eso siempre podrá existir, tenemos sangre en las venas, estamos vivos, eso es inevitable pues somos de sexos distintos, es nuestra naturaleza, pero eso no impide que el respeto, cariño y amistad prevalezcan y nos permitan continuar teniendo esa relación.

Hay un hombre en particular al que quiero muchísimo: tenemos mil coincidencias y similitudes, además de una sincronía que impresiona. He aprendido mucho de él en pocas pero muy largas conversaciones, en las que además de compartir los sentimientos que nos unen a nuestras respectivas parejas, compartimos recuerdos, experiencias, risas, reflexiones y aprendizajes.

Nuestra amistad es muy especial, llevo conmigo frases suyas, su sonrisa que me parece tan encantadora porque me es muy familiar, es similar a la mía, algunas veces llena de nostalgia, otras de alegría, otras tantas pícara y coqueta.

Con él comparto más de lo que hubiese pensado, disfruto de esas charlas en las que la madrugada nos sorprende sin darnos cuenta; su voz, su manera de hablar me atrapan, me envuelven, hace que sienta que el tiempo se detiene. Con él he aprendido que el tiempo es muy relativo, pues en unos meses hemos compartido gran parte de nuestro pasado, nuestro presente y espero compartir con él una parte de mi futuro, pues le tengo un enorme cariño, un cariño muy peculiar, muy distinto, especial.

Apenas ayer logre darle un nombre a esto que él y yo tenemos, creo que somos “compañeros de camino”, me parece que vamos por sendas paralelas y tan juntas que me permiten tomarlo de la mano, y recorrer la mía en su compañía.

Se lo he dicho varias veces: decir siempre estaré contigo implica un gran compromiso y ni siquiera sé si estaré aquí mañana, pero deseo decirle hoy estoy contigo para tomar tu mano cuando quieras mientras seguimos andando.
Fin de la carta.
Gracias.
Dos caminos paralelos rodeados de árboles
Caminos paralelos, Parque Cerro de la Reina, Tonalá, Jalisco, México

3 comentarios:

  1. Yo he aprendido mucho de ti, Rumpel y lo sabes y te agradezco enormemente que estés aquí y sobre todo que, esa mujer, tú amiga o no sé ... tú sabes a que me refiero, es afortunada en tener un hombre como tú a su lado. Te deseo lo mejor más allá, mi vibra y mis buenos deseos van acompañarte siempre. Lo que tu me haz enseñado y la luz que me brindaste me hizo darme cuenta de muchas cosas, en fin, tú sabes lo que pasa y siento. Y ahora ve, mi vida cambió de nuevo.
    Por eso gente como tú, debería quedar sus nombres grabados no en novelas, ni libros, si no en calles, donde se diga donde nacieron, donde vivieron, para que no sólo sean famosos, si no que otros más aprendan de esa grandeza. porque si bien de todos aprendemos, hay unos que nos trajeron luz y paz, sobre todo enseñanzas.
    Gracias Rumpel, eres uno de mis aliados más poderosos y te nombro, duende de la buena suerte y otros fetiches más =)

    Más que amigo, eres un aliado en uno de mis 500 universos a lado de todo lo que desee porque todo lo puede conseguir con esa hermosa vibra!!!

    AMIGOOOOOO

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  2. Hola Rumpel; hermosa misiva te dirigen, nada que no merezcas por cierto. Gracias por compartirla, porque en mi caso, alguno que otro comentario de tu "compañera de camino" me hacen reflexionar también en mis propias experiencias.

    Les envio a ambos -aunque no tengo el gusto de conocerla a ella, un abrazo cordial ;-)

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  3. En ocasiones me encuentro con estas cosas y parece que pueda ser realidad.
    También parece que pueda suceder las ideas románticas o humanas que vemos en las películas.

    Muchos queremos creer, pero la evidencia está ahí.

    Lo malo de las utopías es que son alcanzables, lo malo es que no lo hacemos.

    Puede que haya una vida desperdigada por aquí o por allá digna de incluirse en lo que debería ser y no es para el resto de los mortales.

    Ojalá dejaran de soñar con las cosas que deberíamos vivir y se dediquen a hacerlas realidad.

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